Un
fin de semana estupendo, agradable, donde nos acompañó un magnífico
tiempo, con unas temperaturas que rondaron los 15ºC por el día, y
los 9ºC por la noche. Que pese, a que no son temperaturas demasiado
altas, después de varias semanas con temperaturas bajo cero, éstas
otras se notaban muy cálidas y confortables.
Llama
la atención al recorrer las carreteras de la zona, la cantidad de
cortijitos y casas de campo, en una zona orográficamente bastante
abrupta, con numerosos montecitos donde se ubican esas edificaciones,
posiblemente con unas vistas privilegiadas y una gran tranquilidad.
Es
curioso como tan cerca del mar exista esa orografía, pero es lo que
lo hace realmente atractiva a la zona. Pueblos tales como: Cómpeta,
Frigiliana, Lago, Algarrobo, Vélez-Málaga, Torrox, Comares,
Nerja..., conforman la comarca de la Axarquía malagueña, tan
conocida mundialmente y tan bien valorada por su amplia diversidad.
Y
es que es una zona privilegiada con un extenso parque natural
presidido por el pico La Maroma y que engloba a la Sierra de Tejeda,
Almijara, Alhama y los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Si
nos vamos hacia el sur de la zona, nos encontramos con nuestro Mar
Mediterráneo, con playas típicas de la zona, de piedras y guijarros
y con un fuerte desnivel desde la orilla al irse adentrando en las
aguas.
Otra
de las curiosidades es, además de esa confluencia de pueblos, la
denominación de un mismo municipio según su ubicación, por
ejemplo: Torrox y Torrox Costa o Algarrobo y Algarrobo-Costa. Nuevas
zonas urbanas creadas a mediados del siglo XX como una necesidad de
turismo y crecimiento, ahora posiblemente se llamarían
Urbanizaciones.
Algarrobo
junto a Algarrobo-Costa, se caracteriza por un paisaje bañado por
numerosos almendros que nos lo encontramos en plena eclosión floral,
y es que ya comenzaban a despuntar las primeras florecillas, que
daban al paisaje una simpática y bella visión.
La
zona, económica y agrariamente hablando, es de cultivos de frutos
tropicales, como ejemplo, el aguacate. Basta pasear una mañana de
sábado por la Avenida de Andalucía de Algarrobo-Costa, recorrer su
largo mercado, y comprobar la abundancia de este fruto. Puestos de
verduras, al estilo de un zoco árabe, donde el dueño te vende el
producto a viva voz convenciéndote de su excelente mercadería.
Mercado,
mercadillo, zoco... según la ciudad por la que vayas, así se le
llama, pero, visualmente y sentimentalmente, éste en concreto, lo
denominaría Zoco. Se podían ver aún a los niños jugar en las
inmediaciones del mismo, gente deambulando de un puesto a otro en
busca del género deseado. Un bullicio de personas perdidas en un mar
de enseres y a la caza del mejor producto al precio más barato.
Paseo Marítimo - Algarrobo Costa |
Maravilloso
también su amplio paseo marítimo lleno de numerosos barecillos y
lugares de ocio. Lástima que en tiempos pasados, con el auge de la
construcción, se edificaran esa gran mole de edificios de numerosas
plantas en primera línea de playas. Como ejemplo, “los pisos de
los alemanes”, como les llaman los lugareños, y no sin razón, ya
que es una amplia comunidad de esta nacionalidad los que viven en la
zona. Como curiosidad, y referente a ésto, si te das una vueltecita
por el paseo, se pueden ver carteles anunciando cualquier tipo de
evento en alemán.
En
un solar del paseo hay una caravana adornada con pintadas, conchas y
utensilios reciclados, en el vive un personaje muy peculiar y
carismático.
Gastronómicamente,
he de indicar que, al ser sólo un fin de semana, ha sido difícil
comprobar su riqueza, sí comentar, que famosos son sus potajes.
Pero, no faltaría más, que estando en una zona costera, no nos
podíamos ir sin probar el pescaíto frito. Famosas son sus Tortas de
Algarrobo, que realmente son tortitas dulces de aceite, sabrosas y
jugosas, nada ahogadizas.
Sabíamos
que también eran exquisitos, de la zona, sus vinos, pero no hemos
podido llegar a catar ninguno. Es la “cosilla” perfecta para
plantearnos el volver a ir por la zona.
El
desayuno del domingo, el típico de churros con café. Pero allí,
los churros no son como en Jaén o cualquier otro lugar. Te hacen
pequeñas rosquillas de churros, al precio de 0,20 ctmos cada rosca y
te las sirven en una rama de junco. Aquí se denominan a los churros,
tejeringos.
Ermita en Caleta de Vélez |
Virgen del Carmen |
Una de las mañanas fuimos a ver Frigiliana, un pequeño pueblo de paredes blancas y gran colorido en sus puertas, ventanas y plantas decorativas.
Pueblo
de la Axarquía malagueña que destaca por su proximidad a la playa y
su ubicación en un monte que forma parte de la Sierra de Almijara,
Tejeda y Alhama.
De
origen árabe, aún no ha perdido esa esencia, con un entramado de
callejuelas desordenadas que en muchas ocasiones terminan en un
arrabal. Destacable la cantidad de callejones a modo de pasadizo que
te llevan a otro callejón, donde muy posiblemente encontrarás una
casita encalada, con sus tiestos en el suelo y paredes que cobijan a
numerosas plantas y flores, y una puerta que rompe ese blanco,
pintada en azul cobalto. Y es que, nos encontramos en un pueblo que
aún rememora nuestra esencia Andalusí.
Típico rincón de Frigiliana |
En
la plaza encontramos la Iglesia de San Antonio de Padua, que toma
nombre de la reliquia ósea del santo que se encuentra en el templo y
cobijada en un reliquiario con forma de estrella. Abajo, en un marco,
podemos leer la historia de la llegada del mismo a Frigiliana.
Es una iglesia de planta de cruz latina, con crucero. En ella encontramos en una hornacina, las máscaras de los apóstoles o discípulos que estuvieron con Jesucristo el día de la Santa Cena. Estas máscaras se utilizan el Jueves Santo, en la representación del lavapiés. El sacerdote lava los pies de doce vecinos que van con hábitos y las caretas, algunas de las cuales, se remontan al siglo XVIII. Es una tradición o curiosidad, que se repite en determinados pueblos de Andalucía.
No
pudimos ver todo el pueblo, pero para el poco tiempo pudimos
contemplar una parte importante del mismo. Así visitamos La
Fortaleza, que como buena edificación defensiva árabe, se encuentra
ubicada en un cerro vigilando todo el casco antiguo de la ciudad.
Realmente queda poco de la misma, sólo una torre y cuatro paredes y
murallas. Eso sí, al igual que nuestros antepasados la utilizaron de
modo defensivo, actualmente sirve a los visitantes para contemplar
gran parte de la comarca y sus paisajes. Para otros, lamentablemente,
para echar unas copas o cervezas con los amigos y dejar los
desperdicios tirados allí.
Es una iglesia de planta de cruz latina, con crucero. En ella encontramos en una hornacina, las máscaras de los apóstoles o discípulos que estuvieron con Jesucristo el día de la Santa Cena. Estas máscaras se utilizan el Jueves Santo, en la representación del lavapiés. El sacerdote lava los pies de doce vecinos que van con hábitos y las caretas, algunas de las cuales, se remontan al siglo XVIII. Es una tradición o curiosidad, que se repite en determinados pueblos de Andalucía.
Callejón del Señor - Frigiliana |
La
caña de azúcar es el cultivo al que se ha dedicado este pueblo
desde el siglo XIX, de hecho se puede ver aún una antigua fábrica.
De esta materia se elaboraban papel, azúcar y miel. Actualmente esta
última se sigue elaborando y forma parte de algunos platos típicos
de la zona.
Vélez-Málaga,
capital de la comarca de la Axarquía, y uno de los pueblos más
importantes de la misma lo visitamos la tarde del sábado y
coincidimos con los Carnavales, por lo que pudimos contemplar la
cabalgata con sus chirigotas y disfraces.

Otro
de los lugares emblemáticos y que estuvimos pero sin poder ver, fue
la Ermita de la Virgen de los Remedios. Ubicada en el cerro de San
Cristóbal, paralelo al de la Fortaleza, domina igualmente toda la
ciudad. Es el lugar donde se encuentra la patrona de la ciudad. La
ermita data del siglo XVII y según nos contaron en el interior se
realizaron unas pinturas al fresco que dibujan todo el entorno de la
ermita; de ésto es por lo que la voz popular denomina a la ermita
como de cristal.
Posteriormente
hicimos un recorrido por el casco histórico, éste fué en coche,
pero pudimos contemplar la Iglesia de Santa María, sus callejuelas
anexas, o peculiaridades como una casita con una exposición a modo
de escaparate de dos imágenes cristianas.
Y
es que este pueblo tiene un potente fervor a la Semana Santa y todo
el folklore que implica la misma. Se puede contemplar una pequeña
exposición de la misma, de sus cofradías y pasos en maquetas en la
Iglesia de San Juan Bautista. En los aledaños de la misma hay una
estatua de un nazareno, en dedicación a la semana más
inminentemente andaluza.
En
las entradas del parque de Andalucía podemos encontrar cuatro ficus
centenarios, que dotan al paseo de una gran elegancia y
majestuosidad.
Me
comentaron una curiosidad, en los paños de las murallas antiguas de
la ciudad, que datan de época medieval, estuvo adosado, utilizando
estas a modo de muro, el Ayuntamiento. Posteriormente se procedió a
su conservación, y el Ayuntamiento se trasladó a la plaza de las
Carmelitas, que coge nombre por el convento ubicado en la misma,
fundado en el siglo XVIII. En esta dicha plaza fué donde terminó el
desfile del Carnaval y donde se concentraron todos los veleños para
celebrarlo.
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La Casa de las Titas - Vélez-Málaga |
Existe
en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución, concretamente
en la Calle Magdalena, un hotelito-apartamento con un gran encanto y
muy familiar. Está construido en una antigua casona del siglo XIX.
Los apartamentos están adaptados a la arquitectura de la casa, con
un patio en donde cobra gran protagonismo la fuente central.
Concretamente es “La Casa de las Titas”, con una preciosa
decoración. En los enlaces pueden visitar la página del hotel.
Como
dicho anteriormente, muy cerquita está la Plaza de la Constitución
y en ella La Iglesia de San Juan Bautista. Aquí estuvimos viendo un
concierto de “Allinta Takicuna”, un grupo de niños de música
del Perú que realizaban canciones tradicionales, adaptadas a sonidos
más modernos, versiones de canciones conocidas, tales como de los
Beatles, o bien particulares. Lo adornaban con bailes y disfraces de
su tierra. Fué una gala benéfica para recaudar fondos para la
fundación “Sagrada Familia de Lima” donde ellos se encuentran en
acogida. Niños abandonados en las calles de Perú y que son acogidos
por el fundador de la Asociación, Miguel Rodríguez, el cual lleva
una gran historia humanitaria en sus espaldas. Hemos de agradecer a
la Parroquia de San Juan Bautista sus precios populares en la cena
que hubo posteriormente a base de tapitas y cervecita.
En
este artículo no está reflejado todo el viaje ni todas las
sensaciones, pero sí un pequeño reflejo de nuestro particular
visión.
Gracias
José Luis, Ana y Luis por vuestra amistad.
Bibliografía
y fuentes
La ermita de la Virgen del Carmen que está fotografiada en este artículo está en Caleta de Vélez, y no en Algarrobo costa, como dice el pie de foto. Gracias por promocionar y hablar tan bien de mi tierra. Besos. Ana.
ResponderEliminarGracias Ana, es verdad. Es una característica típica también de la zona, de estar muy cerquita, conlindando calles de un municipio con otro. Se agradece la apreciación. Besos y de nuevo muchísimas gracias.
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