Hay diferencias entre
viajar por cuenta propia o realizarlo de forma organizada. Cada uno
con sus convenientes e inconvenientes, pero ambos nos sirven para
conocer un poquito más de nuestro planeta tierra. En el fondo, lo
importante, somos nosotros y ese espíritu de conocimiento, de
continua búsqueda, de descubrir esos rincones perdidos en sitios
remotos, y no tanto.
Mi pareja y yo viajamos
a menudo, tanto por nuestra cuenta como en viajes organizados.
Aprovechamos cualquier ocasión u oportunidad para recorrer las
callejuelas de las ciudades y mezclarnos entre los ciudadanos de las
mismas para intentar pasar desapercibidos, algo imposible de hacer,
porque vamos con cámara en mano y fotografiando cualquier rincón
que nos llame la atención.
Grupo de Iuventa - faltamos los fotógrafos - |
Ambos, somos socios de
Iuventa, una asociación cultural de nuestra ciudad y es con ella
con la que hemos estado hace unas semanas de viaje en Archidona
(Málaga) y Lucena (Córdoba).
El viaje se realizó en
autobús, y tocó madrugar en sábado, pero como hay costumbre diaria
del mismo, no se notó mucho. Nos esperaba unas tres horas
aproximadas de viaje, pero siempre se aprovecha éstas para hablar
con los amigos y ponernos al día de nuestras vidas.
La primera ciudad que
visitamos fué Archidona, la cual está ubicada en la provincia de
Málaga, en el extremo nororiental. Fué declarada Conjunto Histórico
Artístico en 1980, y no sin razón.
Sus calles y callejuelas
responden a un pasado eminentemente morisco, encabezada por el monte
o cerro de la Virgen de Gracia y la población cobijada en su ladera.
Pese a ese sabor árabe que nos ofrecen sus calles, hay una gran
esencia barroca, que ya iremos comentando en sus variados monumentos.
Los orígenes de
Archidona se remontan en asentamientos fenicios y cartaginenses. Ya
en dominio romano es cuando recibe el nombre de “Arcis Domina”
que posteriormente se arabizará con el término de “Arjiduna”.
Época, que tal y como se ha indicado anteriormente, será de gran
importancia, así, Abderramán I será proclamado emir en esta
capital o cora de Al-Andalus. Es la orden de Calatrava la que
conquista la ciudad a los musulmanes. Posteriormente el patronazgo de
la ciudad pasa a manos de los Duques de Osuna y Condes de Ureña,
hasta el siglo XIX.
Frescos de Iglesia Victoria |
La visita comenzó en la
plaza de la Victoria, aquí nos realizaron una pequeña introducción
histórica de la ciudad. Solo andar unos pasitos y ya estábamos en
la Iglesia que da nombre a la plaza, “Iglesia de la Victoria” que
data de los siglos XVII-XVIII. Es un templo que ha sido declarado
Bien de Interés Cultural en 1992 y que pertenecía a la Orden de los
Mínimos de San Francisco de Paula. En su interior encontramos una
importante muestra de imaginería. Cabe destacar las pinturas al
fresco que se hayan en cada columna de la Iglesia, lástima su
lamentable estado de conservación, en ellos se relata la vida y obra
del fundador de la orden que albergo estos muros. También en un
lateral el fresco de “las Ánimas”. En general el estilo
predominante es el Barroco.
Seguidamente, y justo al
lado, fuímos a visitar La Cilla, actual Museo Municipal que
anteriormente fue Casa Consistorial. Corresponde este edificio al
granero de los Duques de Osuna y que fecha entre los siglos
XVI-XVIII. En la fachada podemos comprobar los escudos de familia de
los duques, concretamente corresponden a Don Pedro Téllez Girón “El
Grande” (1574-1624) y su esposa Doña Catalina Enríquez de Ribera
y Cortés de Zuñiga. En su interior podemos visualizar toda la
historia de la ciudad a modo de paneles y objetos. En uno de los
habitáculos encontramos la Sala de Juntas o Plenos del antiguo
consistorio. Hay que destacar la amabilidad de los empleados del
museo que te enseñan a modo anecdótico la historia de la ciudad y
sus tradiciones.
Museo de Archidona |
Tras pasear un poco por
la ciudad y sus callejuelas llegamos a las Antiguas Escuelas Pías,
actual Ballicherato de Soto. Fué la primera de Andalucía y una de
las más importantes, fundado por los Padres Escolapios. Entre los
alumnos aventajados estuvo el Padre de Andalucía, Blas Infante. Este
edificio es del siglo XVIII, en la puerta de entrada, en su escalón
encontramos tallado el número 666. Era una manera de indicar que
tras pasar los umbrales del edificio dejabas atrás todo lo malo.
Anexo a éste
encontramos la Iglesia del Nazareno del siglo XVII-XVIII en la que
aún en la actualidad mantiene su esencia anterior de ermita, tanto
es así, que sus puertas permanecen abiertas durante todo el día y
se puede encontrar en el templo libros de oración para utilidad de
los fieles. Es un templo de estilo barroco el cual cobija la imagen
de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la particularidad que está
tallada en un solo bloque. Llama la atención el hecho de un lugar
pequeño y la inmensidad de ornamentación e imágenes a adorar. Es
curioso el púlpito en el que se puede ver la escultura de una paloma
en vuelo bajo la techumbre del mismo.
Callejuela típica |
Bajamos por el lado
izquierdo de las Escuelas Pías por una callejuela que aún conserva
un arco que une a los edificios de la calle. Después de deambular
por varias calles llegamos a la Plaza de San Roque, llamada
comúnmente de Pescaderías, que se ve centrada por una fuente y en
donde encontramos la típica arquitectura regionalista con ciertas
curiosidades como una lámpara de interior ubicada en el exterior de
la fachada. Destacar que algunas de las casas necesitan una
intervención urgente para su correcta rehabilitación y
conservación.
De aquí nos dirigimos
hacia El Convento de las Monjas Mínimas y su Iglesia. Es curioso el
urbanismo de esta zona. Está ubicado en la Calle Nueva, por la cual
hay un asiduo tráfico rodado que hace difícil mantener la atención
a la guía por el ruido. Nos comentó que en otras ocasiones esas
explicaciones se dan en la iglesia, pero dió la casualidad que ese
día en concreto, las monjas estaban con unos determinados rezos y
por respeto a éstos no podíamos hablar en el templo. Ciertamente
hay una gran diferencia entre el interior y el exterior, se pasa de
lo mundano y del estruendo de la vida de la ciudad, al interior del
templo en que prevalece la tranquilidad y sosiego. El convento fué
fundado en 1551 sobre unos terrenos del Conde de Ureña y la Iglesia
actual data de los siglos XVII-XVIII, como casi toda la arquitectura
de la zona. Es de corte barroco y con una torre y cúpula que
destacan sobre el resto del edificio. Hay que destacar también que
la fachada nos acerca al mudéjar. En el interior llama la atención
la decoración de la cúpula, en el que podemos visualizar el escudo
de la orden y bóvedas con pinturas en tonos en blanco y negro.
También la Virgen del Fuelle, pieza renacentista que consiste en un
fuelle decorado con un relieve de la Virgen y el Niño. Según la
leyenda fué rescatado de Flandes de manos de infieles y donada al
convento en el 1736.
Iglesia - Convento de las Mínimas |
Destacar que tanto la
Iglesia de la Victoria y la Iglesia del Convento de las Monjas
Mínimas, pertenecían a la Orden de San Francisco de Paula, la Orden
de los Mínimos. Aún en la actualidad en el Convento aún existen 9
religiosas de clausura que se guían por las horas del día. Su
origen es proveniente de Andújar, en donde solicitó el Conde de
Ureña a dos religiosas para trasladarlas al Convento que ordenó
edificar en Archidona. El religioso Mínimo hace de la oración el
centro de su jornada y de su vida mediante la celebración
comunitaria de la Liturgia de las horas y la oración personal. Se
dedican, además de la oración, a la venta de productos de
repostería artesanales, y como es habitual en este tipo de visitas,
muchos de los que íbamos compraron para deleitarse de esos manjares.
Desde este templo nos
fuímos ya directos a la famosa Plaza Ochavada, siglo XVIII, que fue
declarada 1ª Maravilla de de Provincia de Málaga, obra destacada
del Barroco andaluz. Es una plaza que ha acogido y sigue acogiendo a
casas de vecinos, mesones y como actualmente el antiguo consistorio.
Más recientemente y anterior al actual Ayuntamiento, el Colegio
Menor de Fray Martín de León. Esta plaza ha estado ligada al
comercio y la mercadería, como escenario para espectáculos o
corridas de toros.
En esta plaza terminamos
nuestra visita echándonos una cervecita en una terraza de un bar que
en ella hay. El bar tiene una peculiaridad, su interior es una cueva.
Fué un momento de relax y de disfrute por el clima. Y es que
disfrutamos muchísimo la cervecita sentados en la terraza y tomando
el sol. Ya se empezaba a notar los primeros rayos de la primavera.
Plaza Ochavada |
Relacionada con
Archidona se encuentra la Leyenda de la Peña de los Enamorados. Peña
que actualmente corresponde al término municipal de Antequera debido
a una decreto de delimitación ordenado por Isabel II, Reina de
España. Con anterioridad la peña pertenecía a Archidona.
Cuenta la leyenda que un
joven cristiano cayó preso de los musulmanes de Archidona. La hija
del rey islámico se enamora del prisionero y ambos se escapan. Van
en busca de ellos y en la fuga llegan a la Peña. Tras verse
asediados y desesperados por la situación deciden quitarse la vida
juntos arrojándose por el precipicio.
El trascurso de Archidona
a Lucena transcurrió entre sueños y conversaciones diversas a modo
de susurros. La visita a Lucena la realizamos por la tarde donde
además de ver el pueblo tendríamos el placer de participar en el
apoyo de que Lucena pertenezca a la Red de Juderías de España.
Virgen de Aracoeli |
Al primer lugar que visitamos tuvimos que acceder
en autobús, ya que se trataba del Monasterio de Araceli o como
también se le denomina Aracoeli. Se encuentra en la Sierra que da
nombre al Monasterio. Los árabes la denominaban la Amada y tenían
ubicada una atalaya. Se encuentra a 800 metros de altitud y es donde
volvimos a la realidad de la época en la que estábamos, todos
tuvimos que echar mano de los abrigos que llevábamos.
La ermita es de estilo Barroco Andaluz, desmesura y
rimbombante. Tremendamente decorado y esculpido sin espacio libre
visual que pese a parecer desordenado, forma parte de un entramado y
estudiado conjunto escultórico. La imagen o virgen procede de
Italia, concretamente se trata de una Inmaculada, el Niño es
posterior y procede de la escuela granadina. Llama la atención en
dentro del templo dos conchas naturales de tamaños
extraordinariamente grandes que están encajadas en dos columnas a la
entrada del templo como pilón de agua bendita. Éstas fueron
colocadas en el siglo XIX.
Iglesia de San Mateos |
Desde aquí, volvimos a coger el autobús camino
del pueblo para visitar su casco histórico. Alguna que otra persona
se mareó o perdió los nervios de las alturas que se apreciaban
desde nuestro vehículo.
Tras abandonar el bus nos dirigimos a la Parroquia
de San Mateo que se encuentra en la Plaza Nueva, plaza de gran
amplitud que alberga al Ayuntamiento y varios edificios con
comercios. El Ayuntamiento es de reciente construcción, pero que
conserva la Torre del antiguo consistorio de 1928.
La iglesia de San Mateo, antigua Sinagoga, es una
capilla barroca de siete ventanas en la que cabe destacar la Capilla
de la Inmaculada, que tal y como hemos ido viendo en varios edificios
de la zona, nos encontramos en el corazón del Barroco Andaluz. El
templo es de tres naves y la Sinagoga se correspondería a la mitad
del mismo.
Columnas inclinadas - Iglesia Santiago |
Muy cerquita se encuentra el Museo Municipal,
antiguo Castillo del Moral del siglo XI, que posteriormente fue
granero. En el siglo XX, antes de pasar a ser museo, se convertirá
en colegio. En este museo podemos encontrar una sala dedicada
especialmente a la Lucena Judía, la “Perla de Sefarad” según
documentos de la época. Lucena estuvo habitada exclusivamente por
judíos entre los siglos IX y XII, no obstante, ya en época árabe,
coexistieron las tres culturas. Los árabes vivían en los arrabales
y entraban a la ciudad judía por el día. En 2007, aparece en Lucena
un importante yacimiento arqueológico con tumbas judías. Entre los
restos se encontró una lápida de un rabino. Ya anteriormente había
sido hallada otra, concretamente en los bajos de una casa,
actualmente Pizzeria Pricente. Ésto nos demuestra la gran
importancia de la Córdoba judía. Entre los personajes importantes
de esta época, siglo XII, podemos encontrar a Yosep ben Mair, de
Lucena, judío, y uno de los autores más importantes para la
comprensión del Talmud. En la plaza de Santiago, donde terminamos
nuestro recorrido, encontramos su busto.
Desde el Museo hasta la Iglesia de Santiago
callejeando, llegamos a la Plaza anteriormente mencionada. Aquí
también estuvo situado otro cementerio judío. Es una iglesia de
corte gótico-mudejar del siglo XVI. Coge el nombre por su fundador
que pertenecía a la Orden de Santiago. Es un templo de planta
basilical dividida en tres naves y con cubierta artesonada. Debido al
terremoto de Lisboa, en 1755, fué derrumbada la anterior iglesia y
el templo se reconstruye con las mismas columnas soportando un mayor
peso, lo que provoca que éstas se desplacen ligeramente, y así,
podemos apreciar su inclinación.
Ya desde aquí, y no antes de echarnos la foto de
grupo, tomamos camino hacia el autobús que nos llevó de nuevo a
nuestra tierra, Jaén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario