3 de abril de 2012

Archidona y Lucena con Iuventa


Hay diferencias entre viajar por cuenta propia o realizarlo de forma organizada. Cada uno con sus convenientes e inconvenientes, pero ambos nos sirven para conocer un poquito más de nuestro planeta tierra. En el fondo, lo importante, somos nosotros y ese espíritu de conocimiento, de continua búsqueda, de descubrir esos rincones perdidos en sitios remotos, y no tanto.

Mi pareja y yo viajamos a menudo, tanto por nuestra cuenta como en viajes organizados. Aprovechamos cualquier ocasión u oportunidad para recorrer las callejuelas de las ciudades y mezclarnos entre los ciudadanos de las mismas para intentar pasar desapercibidos, algo imposible de hacer, porque vamos con cámara en mano y fotografiando cualquier rincón que nos llame la atención.

Grupo de Iuventa - faltamos los fotógrafos -

Ambos, somos socios de Iuventa, una asociación cultural de nuestra ciudad y es con ella con la que hemos estado hace unas semanas de viaje en Archidona (Málaga) y Lucena (Córdoba). 
El viaje se realizó en autobús, y tocó madrugar en sábado, pero como hay costumbre diaria del mismo, no se notó mucho. Nos esperaba unas tres horas aproximadas de viaje, pero siempre se aprovecha éstas para hablar con los amigos y ponernos al día de nuestras vidas.

La primera ciudad que visitamos fué Archidona, la cual está ubicada en la provincia de Málaga, en el extremo nororiental. Fué declarada Conjunto Histórico Artístico en 1980, y no sin razón.
Sus calles y callejuelas responden a un pasado eminentemente morisco, encabezada por el monte o cerro de la Virgen de Gracia y la población cobijada en su ladera. Pese a ese sabor árabe que nos ofrecen sus calles, hay una gran esencia barroca, que ya iremos comentando en sus variados monumentos.
Los orígenes de Archidona se remontan en asentamientos fenicios y cartaginenses. Ya en dominio romano es cuando recibe el nombre de “Arcis Domina” que posteriormente se arabizará con el término de “Arjiduna”. Época, que tal y como se ha indicado anteriormente, será de gran importancia, así, Abderramán I será proclamado emir en esta capital o cora de Al-Andalus. Es la orden de Calatrava la que conquista la ciudad a los musulmanes. Posteriormente el patronazgo de la ciudad pasa a manos de los Duques de Osuna y Condes de Ureña, hasta el siglo XIX.

Frescos de Iglesia Victoria
La visita comenzó en la plaza de la Victoria, aquí nos realizaron una pequeña introducción histórica de la ciudad. Solo andar unos pasitos y ya estábamos en la Iglesia que da nombre a la plaza, “Iglesia de la Victoria” que data de los siglos XVII-XVIII. Es un templo que ha sido declarado Bien de Interés Cultural en 1992 y que pertenecía a la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula. En su interior encontramos una importante muestra de imaginería. Cabe destacar las pinturas al fresco que se hayan en cada columna de la Iglesia, lástima su lamentable estado de conservación, en ellos se relata la vida y obra del fundador de la orden que albergo estos muros. También en un lateral el fresco de “las Ánimas”. En general el estilo predominante es el Barroco.
Seguidamente, y justo al lado, fuímos a visitar La Cilla, actual Museo Municipal que anteriormente fue Casa Consistorial. Corresponde este edificio al granero de los Duques de Osuna y que fecha entre los siglos XVI-XVIII. En la fachada podemos comprobar los escudos de familia de los duques, concretamente corresponden a Don Pedro Téllez Girón “El Grande” (1574-1624) y su esposa Doña Catalina Enríquez de Ribera y Cortés de Zuñiga. En su interior podemos visualizar toda la historia de la ciudad a modo de paneles y objetos. En uno de los habitáculos encontramos la Sala de Juntas o Plenos del antiguo consistorio. Hay que destacar la amabilidad de los empleados del museo que te enseñan a modo anecdótico la historia de la ciudad y sus tradiciones.
Museo de Archidona


Tras pasear un poco por la ciudad y sus callejuelas llegamos a las Antiguas Escuelas Pías, actual Ballicherato de Soto. Fué la primera de Andalucía y una de las más importantes, fundado por los Padres Escolapios. Entre los alumnos aventajados estuvo el Padre de Andalucía, Blas Infante. Este edificio es del siglo XVIII, en la puerta de entrada, en su escalón encontramos tallado el número 666. Era una manera de indicar que tras pasar los umbrales del edificio dejabas atrás todo lo malo.
Anexo a éste encontramos la Iglesia del Nazareno del siglo XVII-XVIII en la que aún en la actualidad mantiene su esencia anterior de ermita, tanto es así, que sus puertas permanecen abiertas durante todo el día y se puede encontrar en el templo libros de oración para utilidad de los fieles. Es un templo de estilo barroco el cual cobija la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la particularidad que está tallada en un solo bloque. Llama la atención el hecho de un lugar pequeño y la inmensidad de ornamentación e imágenes a adorar. Es curioso el púlpito en el que se puede ver la escultura de una paloma en vuelo bajo la techumbre del mismo.
Callejuela típica
Bajamos por el lado izquierdo de las Escuelas Pías por una callejuela que aún conserva un arco que une a los edificios de la calle. Después de deambular por varias calles llegamos a la Plaza de San Roque, llamada comúnmente de Pescaderías, que se ve centrada por una fuente y en donde encontramos la típica arquitectura regionalista con ciertas curiosidades como una lámpara de interior ubicada en el exterior de la fachada. Destacar que algunas de las casas necesitan una intervención urgente para su correcta rehabilitación y conservación.
De aquí nos dirigimos hacia El Convento de las Monjas Mínimas y su Iglesia. Es curioso el urbanismo de esta zona. Está ubicado en la Calle Nueva, por la cual hay un asiduo tráfico rodado que hace difícil mantener la atención a la guía por el ruido. Nos comentó que en otras ocasiones esas explicaciones se dan en la iglesia, pero dió la casualidad que ese día en concreto, las monjas estaban con unos determinados rezos y por respeto a éstos no podíamos hablar en el templo. Ciertamente hay una gran diferencia entre el interior y el exterior, se pasa de lo mundano y del estruendo de la vida de la ciudad, al interior del templo en que prevalece la tranquilidad y sosiego. El convento fué fundado en 1551 sobre unos terrenos del Conde de Ureña y la Iglesia actual data de los siglos XVII-XVIII, como casi toda la arquitectura de la zona. Es de corte barroco y con una torre y cúpula que destacan sobre el resto del edificio. Hay que destacar también que la fachada nos acerca al mudéjar. En el interior llama la atención la decoración de la cúpula, en el que podemos visualizar el escudo de la orden y bóvedas con pinturas en tonos en blanco y negro. También la Virgen del Fuelle, pieza renacentista que consiste en un fuelle decorado con un relieve de la Virgen y el Niño. Según la leyenda fué rescatado de Flandes de manos de infieles y donada al convento en el 1736.
Iglesia - Convento de las Mínimas
Destacar que tanto la Iglesia de la Victoria y la Iglesia del Convento de las Monjas Mínimas, pertenecían a la Orden de San Francisco de Paula, la Orden de los Mínimos. Aún en la actualidad en el Convento aún existen 9 religiosas de clausura que se guían por las horas del día. Su origen es proveniente de Andújar, en donde solicitó el Conde de Ureña a dos religiosas para trasladarlas al Convento que ordenó edificar en Archidona. El religioso Mínimo hace de la oración el centro de su jornada y de su vida mediante la celebración comunitaria de la Liturgia de las horas y la oración personal. Se dedican, además de la oración, a la venta de productos de repostería artesanales, y como es habitual en este tipo de visitas, muchos de los que íbamos compraron para deleitarse de esos manjares.
Desde este templo nos fuímos ya directos a la famosa Plaza Ochavada, siglo XVIII, que fue declarada 1ª Maravilla de de Provincia de Málaga, obra destacada del Barroco andaluz. Es una plaza que ha acogido y sigue acogiendo a casas de vecinos, mesones y como actualmente el antiguo consistorio. Más recientemente y anterior al actual Ayuntamiento, el Colegio Menor de Fray Martín de León. Esta plaza ha estado ligada al comercio y la mercadería, como escenario para espectáculos o corridas de toros.
En esta plaza terminamos nuestra visita echándonos una cervecita en una terraza de un bar que en ella hay. El bar tiene una peculiaridad, su interior es una cueva. Fué un momento de relax y de disfrute por el clima. Y es que disfrutamos muchísimo la cervecita sentados en la terraza y tomando el sol. Ya se empezaba a notar los primeros rayos de la primavera.
Plaza Ochavada

Relacionada con Archidona se encuentra la Leyenda de la Peña de los Enamorados. Peña que actualmente corresponde al término municipal de Antequera debido a una decreto de delimitación ordenado por Isabel II, Reina de España. Con anterioridad la peña pertenecía a Archidona.
Cuenta la leyenda que un joven cristiano cayó preso de los musulmanes de Archidona. La hija del rey islámico se enamora del prisionero y ambos se escapan. Van en busca de ellos y en la fuga llegan a la Peña. Tras verse asediados y desesperados por la situación deciden quitarse la vida juntos arrojándose por el precipicio.


El trascurso de Archidona a Lucena transcurrió entre sueños y conversaciones diversas a modo de susurros. La visita a Lucena la realizamos por la tarde donde además de ver el pueblo tendríamos el placer de participar en el apoyo de que Lucena pertenezca a la Red de Juderías de España.
Virgen de Aracoeli

Al primer lugar que visitamos tuvimos que acceder en autobús, ya que se trataba del Monasterio de Araceli o como también se le denomina Aracoeli. Se encuentra en la Sierra que da nombre al Monasterio. Los árabes la denominaban la Amada y tenían ubicada una atalaya. Se encuentra a 800 metros de altitud y es donde volvimos a la realidad de la época en la que estábamos, todos tuvimos que echar mano de los abrigos que llevábamos.
La ermita es de estilo Barroco Andaluz, desmesura y rimbombante. Tremendamente decorado y esculpido sin espacio libre visual que pese a parecer desordenado, forma parte de un entramado y estudiado conjunto escultórico. La imagen o virgen procede de Italia, concretamente se trata de una Inmaculada, el Niño es posterior y procede de la escuela granadina. Llama la atención en dentro del templo dos conchas naturales de tamaños extraordinariamente grandes que están encajadas en dos columnas a la entrada del templo como pilón de agua bendita. Éstas fueron colocadas en el siglo XIX.
Iglesia de San Mateos
Desde aquí, volvimos a coger el autobús camino del pueblo para visitar su casco histórico. Alguna que otra persona se mareó o perdió los nervios de las alturas que se apreciaban desde nuestro vehículo.
Tras abandonar el bus nos dirigimos a la Parroquia de San Mateo que se encuentra en la Plaza Nueva, plaza de gran amplitud que alberga al Ayuntamiento y varios edificios con comercios. El Ayuntamiento es de reciente construcción, pero que conserva la Torre del antiguo consistorio de 1928.
La iglesia de San Mateo, antigua Sinagoga, es una capilla barroca de siete ventanas en la que cabe destacar la Capilla de la Inmaculada, que tal y como hemos ido viendo en varios edificios de la zona, nos encontramos en el corazón del Barroco Andaluz. El templo es de tres naves y la Sinagoga se correspondería a la mitad del mismo.
Columnas inclinadas - Iglesia Santiago
Muy cerquita se encuentra el Museo Municipal, antiguo Castillo del Moral del siglo XI, que posteriormente fue granero. En el siglo XX, antes de pasar a ser museo, se convertirá en colegio. En este museo podemos encontrar una sala dedicada especialmente a la Lucena Judía, la “Perla de Sefarad” según documentos de la época. Lucena estuvo habitada exclusivamente por judíos entre los siglos IX y XII, no obstante, ya en época árabe, coexistieron las tres culturas. Los árabes vivían en los arrabales y entraban a la ciudad judía por el día. En 2007, aparece en Lucena un importante yacimiento arqueológico con tumbas judías. Entre los restos se encontró una lápida de un rabino. Ya anteriormente había sido hallada otra, concretamente en los bajos de una casa, actualmente Pizzeria Pricente. Ésto nos demuestra la gran importancia de la Córdoba judía. Entre los personajes importantes de esta época, siglo XII, podemos encontrar a Yosep ben Mair, de Lucena, judío, y uno de los autores más importantes para la comprensión del Talmud. En la plaza de Santiago, donde terminamos nuestro recorrido, encontramos su busto.
Desde el Museo hasta la Iglesia de Santiago callejeando, llegamos a la Plaza anteriormente mencionada. Aquí también estuvo situado otro cementerio judío. Es una iglesia de corte gótico-mudejar del siglo XVI. Coge el nombre por su fundador que pertenecía a la Orden de Santiago. Es un templo de planta basilical dividida en tres naves y con cubierta artesonada. Debido al terremoto de Lisboa, en 1755, fué derrumbada la anterior iglesia y el templo se reconstruye con las mismas columnas soportando un mayor peso, lo que provoca que éstas se desplacen ligeramente, y así, podemos apreciar su inclinación.
Ya desde aquí, y no antes de echarnos la foto de grupo, tomamos camino hacia el autobús que nos llevó de nuevo a nuestra tierra, Jaén.


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